Devoción a los Tres Corazones Misericordiosos

Por Hermano Eliott, MIC

   La Sagrada Familia muestra una perfecta unión de misericordia, casi como si los Tres Corazones de Jesús, María y José latieran como un solo corazón. La devoción católica a los Tres Corazones es fácil de entender: no es más que honrar los Tres Corazones de Jesús, María y José. Esto a menudo se hace reparando a 1) el Sagrado y Misericordioso Corazón de Cristo; 2) el Corazón Doloroso e Inmaculado de María; y 3) el Purísimo y Castísimo Corazón de San José. Los católicos reconocen una jerarquía dentro de los Tres Corazones en ese orden.

  En la providencia de Dios, este año hubo una hermosa armonía en nuestra devoción a los Dos Corazones de Jesús y María que condujo naturalmente a la Fiesta del Domingo de la Divina Misericordia. La Fiesta Litúrgica del Domingo de la Divina Misericordia cayó el 7 de abril de este año (2024). Muchos católicos participaron en las devociones del Primer Viernes al Sagrado/Misericordioso Corazón, que cayó el 5 de abril. Muchos participaron en las devociones del Primer Sábado al Inmaculado Corazón, que cayó el 6 de abril (de acuerdo con los deseos de Nuestra Señora de Fátima).

  San Juan Eudes dijo una vez: “…nunca separes lo que Dios ha unido tan perfectamente. Jesús y María están tan estrechamente unidos que quien mira a Jesús ve a María; quien ama a Jesús, ama a María; quien tiene devoción a Jesús, tiene devoción a María”. Irónicamente, esta afirmación es cierta incluso para nuestros hermanos no católicos que tal vez no comprendan la autenticidad de la devoción mariana.

  San Juan Eudes tiene razón. Cuando reconocemos lo profundo del corazón misericordioso de Cristo, notamos que esta misericordia se refleja en los Corazones de María y de José. Santa Faustina se refirió al “corazón misericordioso” de Cristo más de veinte veces en su Diario: “Tu Corazón misericordioso lo puede todo (Diario, 228)”. El Corazón misericordioso de Cristo ayudó a moldear y formar el Corazón de Su Madre. “María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón (Lucas 2,19)”. El corazón de Cristo también fue modelado y formado por el Corazón de María.

  Cualquier escena donde aparece María en las Escrituras la muestra practicando algún acto de misericordia. Un acto de misericordia destacado es cuando María permanece con su Hijo moribundo al pie de la cruz. Aquí, comenzamos a comprender la profecía de Simeón a María: “…(y una espada traspasará aun tu propia alma) a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones (Lucas 2:35)”. El corazón de María fue traspasado espiritualmente con una lanza, cuando vio el corazón misericordioso de su Hijo siendo traspasado con una lanza.

  María aprendió acerca de las profundidades del corazón misericordioso de Cristo al presenciar su amor redentor en la cruz. Santa Faustina escribe: “¡Oh Corazón misericordiosísimo de Jesús, abierto con una lanza, protégeme a la hora de mi muerte (Diario, 813)”! Los escritos de Faustina también muestran que María desea que la reconozcamos como nuestra Madre con un corazón misericordioso: “Yo no soy sólo la Reina del Cielo, sino también la Madre de la Misericordia y tu Madre (Diario, 330)”.

  ¿Qué pasa con San José? Encontramos el corazón de San José latiendo al unísono con los Corazones misericordiosos de Jesús y María. Aunque hay menos pasajes sobre San José en las Escrituras, cada vez que aparece, él también está practicando actos de misericordia. Encontramos un equilibrio perfecto entre la justicia y la misericordia de José. José, misericordiosamente, condujo a la Sagrada Familia a Belén y a Egipto para proteger al Niño Jesús. Sabemos que San José tiene un Corazón misericordioso porque apoyó la misión de misericordia de Faustina. Faustina escribe: “San Jose me pidió tenerle una devoción constanteMe miró con gran bondad y me explicó lo mucho que está apoyando esta obra [de misericordia] (Diario, 1203)”.

  La Sagrada Familia no sólo estuvo presente en la aparición de octubre en Fátima, la Sagrada Familia está presente y viva hoy. Los Tres Corazones Misericordiosos laten al unísono como el ejemplo perfecto para cada familia. Cultivar la devoción a los Tres Corazones ayudará a todo católico a imitar sus virtudes, para llevar su poderosa intercesión a nuestro mundo necesitado de conversión.

 

Misericordioso y Sagrado Corazón de Cristo… ¡Ten piedad de nosotros!

Misericordioso e Inmaculado Corazón de María… ¡Ruega por nosotros!

Misericordioso y Casto Corazón de San José… ¡Ruega por nosotros!

Quizás también le puede interesar esto...

En el año 1636 Nuestro Señor le hizo a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento esta promesa: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y tu oración será escuchada.”

Santa Teresa se dio cuenta que su vida era más que una bella melodía en medio de las tribulaciones. Comprendió que, para llegar a ser santa, uno debe sufrir, buscando siempre lo mejor y olvidándose de uno mismo. 

La sangre de Cristo es la base del Nuevo Pacto. La noche anterior a Su crucifixión, Jesús ofreció la copa de vino a Sus discípulos diciendo, “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros.” (Lucas 22,20).