
¡Feliz año 2024! Todos los que trabajamos en la Asociación de Auxiliares Marianos y el Santuario Nacional de la Divina Misericordia, pedimos a Dios que este sea un año lleno de grandes bendiciones para usted y su familia. Hoy, al iniciar una nueva página en blanco, escuchamos la plegaria que Dios le dio a Moisés como una promesa: “Yo los bendeciré” (Números 6, 27). Y es precisamente en María que encontramos el modelo por excelencia de cómo recibir la bendición de Dios.
María es la más bendecida entre las mujeres, pero sus bendiciones no llegaron en la forma tradicional. Ella era pobre y se enfrentaba a un embarazo inesperado, además vivía en un país ocupado por el Imperio romano y tuvo que dar a luz a su bebé en un establo. Después de que José murió, tuvo que criar sola a Jesús. Y cuando acompañaba a su hijo, no tenía dónde recostar la cabeza, al igual que él. Al final tuvo que sufrir la agonía de ver a su hijo golpeado y crucificado.
Definitivamente, ¡estas no parecen bendiciones! Sin embargo, tal como el ángel se lo prometió, al convertir a María en la Madre de Dios, Dios la bendijo no solo a ella sino a todo el mundo a través suyo (1, 31-33).
Entonces, ¿cómo hizo María para reconocer y aferrarse a sus bendiciones? Ella “guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón” (Lucas 2, 19). María recordaba y meditaba. Probablemente, en muchas ocasiones, le preguntó a Dios “¿qué es lo que estás haciendo? ¿Cómo estás cumpliendo tu promesa? Enséñame y ayúdame a confiar en ti.” Con el paso del tiempo, ella fue entendiendo mejor lo que implicaba que su hijo fuera el eterno Hijo de Dios y cuál era su lugar en el plan de salvación de Dios. Así que María puede ayudarnos a recibir y aferrarnos a las bendiciones de Dios.
Al igual que ella, recuerda la fidelidad de Dios, e intenta identificar las bendiciones que recibiste de él el año pasado, algunas fueron muy obvias y otras venían envueltas en sufrimiento. Pídele al Señor que te ayude a ver la forma en que él cumplió su promesa en el 2023 y luego sueña un poco. ¿De qué forma podría bendecirte Dios en este nuevo año? El Señor es fiel a su promesa y, ¡él te bendecirá!
“Amado Señor, te ruego que abras mi corazón para recibir las bendiciones que tienes para mí en este año.”